Descripción
He de confesar que siento una mezcla especial de admiración, sorpresa y amor por Japón. Su cultura del honor y el esfuerzo, el amor por el trabajo y hacer las cosas bien es algo que conecta conmigo. Además de la mezcla casi perfecta de tradición y modernidad, que es algo fascinante.
Es el asombro que percibimos, las lágrimas de las cosas, estrenar nuevas sensaciones como las experimenta un niño pequeño.
A menudo, se trata de una emoción melancólica, pero también de alegría exultante. Se trata de una conmoción espiritual, que es a la vez estética y sentimental.